FLAMENCO Y MODERNISMO
El periodo entre 1888 y 1929, fechas en que Barcelona fue sede de ambas Exposiciones Internacionales, dio paso a que la ciudad se saliese de las murallas. Gracias al auge económico, debido principalmente a la aportación del capital y el espíritu empresarial de los indianos, motivado por la pérdida de las últimas colonias, Barcelona, se convierte en una ciudad industrial, con una rica actividad cultural y de ocio. La Rosa de Foc, como fue conocida en esos años, será abanderada del Modernismo.
El Modernismo se manifiesta por la libertad que aporta a la creación artística, buscando la autenticidad por encima de la belleza. Esto hace que los artistas que siguen esta tendencia se interesen extraordinariamente por la música popular y en particular, por el Flamenco.
La vida bohemia se convierte en uno de los grandes mitos de la modernidad, inspirada en la idealización de los bohemios, del pueblo Gitano, de los que la historia del arte siempre ha tipificado como símbolo de una vida sin reglas y sin ataduras, libre de convencionalismos institucionales.
Aunque los Modernistas más famosos son arquitectos, los primeros artistas catalanes que asumieron esa tendencia fueron, Santiago Rusiñol y Ramón Casas, dos Flamencos.
Ramón Casas, adquirió fama en el Salon des Champs-Élysées, de París, al exponer su “Autorretrato vestido de Flamenco”, con lo que consiguió una invitación como miembro del salón de la “Société d’artistes françaises”.
De Santiago Rusiñol, cabe destacar su conocimiento del Flamenco, lo que le llevo a participar en el concurso de cante jondo de Granada, con el apodo del “Niño de Barcelona” o a organizar juergas flamencas sonadas en Sitges.
Otros muchos fueron los artistas que buscaron su inspiración en el mundo gitano y el Flamenco, destacando:
Juli Vallmitjana, dramaturgo de los bajos fondos, guio a Nonell y Picasso a través de las barriadas gitanas, donde aprendió a hablar el idioma de la Barcelona subterránea: el caló catalán, dejando testimonio en sus múltiples obras, sin duda fue un claro precedente lorquiano.
Isidre Nonell, dio rostro a los gitanos barceloneses, destaca en su obra los retratos del Somorrostro, a la vez que sus amoríos con alguna gitana. En el mundo musical de formación clásica destacaron: Isaac Albéniz, Enrique Granados o Enric Morera, que recogen en sus composiciones pasajes de la tradición flamenca.